El concurso

    Me desperté al oir música en la plaza. Eran las 10 de la mañana y por la ventana se veía mucha actividad en la plaza pero no veía por que, así que me vestí y me dirigí a la plaza para encontrarme con que estaban organizando un concurso. Me acerqué para ver mejor y cogí un folleto en el que explicaba que era un concurso de maquillaje originario de Mexico y que había ido de país en país hasta acabar aquí en Perú. Los participantes tenían que ir pasando pruebas de maquillaje en los que ganabas o perdías puntos y quien se quedaba sin, perdía. Miré hacia los marcadores y vi que todos estaban en cero y por la forma en que se iba agrupando gente todavía no habían empezado. Cinco minutos más tarde salió al escenario al aire libre una señora joven con un micrófono y anunció que empezaba el concurso. Cuando pidió voluntarios me presenté para ser maquillado porque quería saber que se sentía, nunca me había maquillado. Todos los que nos presentamos subimos al escenario y nos sentamos en unos taburetes. Entonces aparecieron los maquilladores y se le asignó a cada uno una persona. A mi me tocó un señor de mediana edad. 

    La presentadora nos dijo que la primera prueba consistía en maquillarnos la frente en media hora como si fuésemos a aparecer en la película Coco. Contó hasta tres y empezó la prueba. El hombre me pintó la frente de blanco con un pincel  de forma que parecía que estaba pintando un cuadro. Y empezó a darme luces y sombras mientras me hacía cosquillas. Se le veía muy concentrado. En seguida paso la media hora y los jueces dijeron el veredicto. Nosotros no sumamos puntos al marcador y nos hecharon pero me divertí mucho.